El Ayuntamiento de Arrigorriaga absuelto en el caso del bar de Mendikosolo
Con esta decisión se abre el camino para licitar la gestión del establecimiento hostelero
A finales de septiembre de 2021 el Ayuntamiento de Arrigorriaga recibió la sentencia en sentido absolutorio en el caso de la demanda de un trabajador de la anterior gestora del bar de Mendikosolo, pero no es hasta mediados de enero que no se confirma en firme esta sentencia. Ahora, el Ayuntamiento puede retomar el proceso de licitación del bar con todas las garantías para las empresas interesadas en participar.
Maite Ibarra, alcaldesa de Arrigorriaga explica la situación: “como hemos repetido muchas veces, cuando llegamos al gobierno municipal vimos que el tema de Mendikosolo iba a ser un tema potencialmente complicado y duro. Sin embargo, en vez de mirar hacia otro lado, decidimos abordarlo en toda su crudeza, y pese a todas las dificultades existentes, poner orden en todo lo que hasta ahora no funcionaba como debería hacerlo. Hemos actuado con prudencia y respeto y eso ahora nos permitirá seguir trabajando para recuperar el parque de Mendikosolo que todas en Arrigorriaga nos merecemos: donde todo esté en orden y donde podamos dibujar un futuro sostenible, tanto en lo económico como en lo medioambiental”
El proceso de licitación paso a paso
En marzo de 2021 se publica por primera vez la licitación del bar del parque de Mendikosolo con la subrogación de los trabajadores que hasta ahora habían regentado el local, pero la dimensión de la subrogación hace que ninguna empresa se presente y la licitación queda desierta.
Posteriormente, en mayo de 2021, el Ayuntamiento, con los dos informes técnicos correspondientes que avalan la decisión, vuelve a abrir el proceso para la licitación del bar, en este caso sin la subrogación de los antiguos trabajadores. Con estas nuevas condiciones, son cuatro las empresas que se presentan a concurso. En el momento en el que el proceso de adjudicación está en marcha, uno de los extrabajadores presenta un pleito contra la empresa contratista y amplía su demanda al Ayuntamiento. Además, se presenta la posibilidad de que la futura empresa adjudicataria de la licitación también sea demandada.
Ante esta situación, el Ayuntamiento se percata de que esto puede convertirse en un obstáculo para la empresa que había resultado interesada y, con el objetivo de continuar con el proceso de la manera más transparente posible, decide ponerla al corriente. El resultado es que, con la incertidumbre generada, la licitación vuelve a quedarse desierta y sin adjudicación.
Estos acontecimientos llevan al Ayuntamiento a esperar a la resolución del proceso judicial abierto y así poder continuar el camino de la mejor manera posible, cosa que ha sucedido con la absolución en firme que se ha producido hace escasos días.